Drabbler

[ariadnem]

Otro drabbler...no sé cómo termino haciendo estas cosas...hehehehe.  Este me lo pidió Marin, del foro de Saint Seiya Eternal.

Pareja: Seiya y Atena

 

Seiya miraba lo lejos, no quería regresar a la mansión y menos aún tenía deseos de ver a Saori. Últimamente sus discusiones no llevaban a ningún lado y lo peor era que estaban empezando a hacerse daño. Llevaban ya juntos varios meses, pero las cosas empezaban a tomar un color que no le agradaba. Cualquier cosa detonaba una discusión sin sentido.

Suspiró.

Cada cosa que él decía detonaba todo. Que si habló con Ikki, o con Hyoga, aún con Shiryu a quien consideraba su mejor amigo. Que les dedicaba más tiempo a los demás—cuando él mismo estaba pasando más tiempo en el orfanato, al lado de Miho.

Suspiró de nuevo.

Pasó la mano por su cabello llevándolo hacia atrás, aunque en realidad no servía de mucho; este regresaba a su estado natural. Tampoco que le importara demasiado. Hacía frío afuera, más en el interior de la casa, sabía que la chimenea estaría encendida y que todo sería cálido. Pero él no deseaba regresar. Quería seguir sumido en sus pensamientos, tratando de averiguar qué era eso que tanto le molestaba de Saori—o de él mismo.

“Seiya…”

Su voz le llegó golpeando fuerte en su mente. Quiso cerrar los ojos, cubrirlos con su mano, ocultarlos de la figura que se acercaba a él. Pero pronto, unas manos suaves y delicadas le tocaron las suyas, haciendo que éstas le descubrieran.

“…te estamos esperando dentro, ¿por qué no vienes?”

‘Estamos…estamos’ pensaba él; enojado por ello. La quería sólo para él, que nadie más la mirara. Que la mujer en ella pudiera compartir unos momentos con él sin que la Diosa interviniera.

“No, quédate aquí conmigo,” comenzó él “ven aquí, yo te protegeré del frío.” Terminó tomándola entre sus brazos. Ahora, Seiya sostenía a Saori por detrás, sus brazos cruzados por el cuello de la mujer, su rostro perdido en el violeta de su cabello y en su olor. Saori se aferró a sus brazos, acariciándolos suavemente; recuperando poco a poco el calor.

La noche siguió su rumbo, mientras los amantes hablaban como hacía mucho que no lo hacían. Recuperando el tiempo que habían dejado de compartir.

Reencontrándose.

Comments

[muinteor.livejournal.com]

That's one of the wonderful things about writing... you can create dreams and nightmares, let your imagination run wild, make the world as colourful or as dark as you please. You create the world your characters occupy... be they ancient vampires remembering their distant lives, or a goddess and a human who are lovers... you create, or recreate their worlds, and make them your own by putting part of your soul in there. Like the artist's signature on a painting, you leave your mark on every story you write.

M for Marggy.

Can't wait for the next one!